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  1. <p class="headerlogo2"><a href="welcome.html" target="_self">META</a></p>
  2. <p><span class="menuwelcome">TEXT</span><br>
  3. <p><br>
  4. <span class="authorname">Nina Janich</span><br>
  5. <span class="black200percent">Evidencia y puntos ciegos en debates científicos y públicos: Una mirada desde el discurso lingüístico</span><br>
  6. <br>
  7. <br>
  8. A aquellos que tienen ojos para ver, permítanles ver.<br>
  9. En términos de su etimología, el verbo alemán wissen (saber) en sí significa “haber visto”. Es lo que llamamos presente pretérito — un verbo, en el cual su pretérito formal ha sido elevado a un nuevo tiempo presente, desplazando al original. En el proceso de esta transformación, el significado del verbo original también ha cambiado: wissen en este sentido no refiere mas al proceso de ver, sino a algo que ha llegado a su fin. — algo así como el “resultado” de ver, mirar o reconocer. Otras palabras alemanas relacionadas a procesos cognitivos también derivan de este campo metafórico del ver o mirar. Por ejemplo, algo puede ser claro / evidente / glasklar y por lo tanto obvio / augenscheinlich (literalmente, parecer irreal ante nuestros ojos), evidente / offensichtlich (“claro al mirarse”) o aparente / ersichtlich (“puede ser claramente visible y por lo tanto reconocido/admitido”) — solo es necesario visualizarlo / vor Augen führen (“esclarecerse”) para que a su manifestación, haga sentido / einleuchtet (“iluminar la penumbra”), siempre que se seas perceptivo / einsichtig (“el poder ver en el interior de algo”). El conocimiento puede ser conducido y transmitido de una manera vívida / anschaulich (“observar detenidamente para así entenderlo” y desde diversas perceptivas / Perspektiven or angles / Blickwinkeln (“puntos de vista”) para así expander los horizontes de alguien / Horizont (“límites de su campo de visión”) en relación a algo / mit Blick auf (“mirando algo”), al objeto de conocimiento.<br>
  10. En donde no hay cognición o conciencia, no hay conocimiento, no hay nada “visto”; estas palabras alemanas r deben ser explícitamente negadas (por ejemplo sin obviedad / nichnt ersichttlich, sin evidencia / nichht offensichtlich, imperceptible / uneinsichtig, inerte / unanschaulich) o lo demás circunscrito utilizando metáforas y giros de frase idiomáticos. Si, por ejemplo, una persona tiene las intermitentes encendidas / hat Scheuklappen auf (puesto que, como el caballo, “solo un ángulo de visión esta habilitado”) o no pueden ver la madera de los árboles / sieht den Wald vor lauter Bäumen nichnt (y por lo tanto, “no reconocen lo que es claro de ver”), no reconocerán los puntos ciegos / blinde Flecken (“espacios de conocimiento / en algo que desconocen”). Este contraste entre lo que no ha sido visto / reconocido y lo que no se hace visible / o esta oculto (y es, por lo tanto, no entendido o aceptado) es también el contraste entre lo que es y no perceptible, lo que forma el enfoque de este ensayo. La intención es ganar una perspectiva un tanto diferente sobre la evidencia (“ aquello que se ha hecho evidentemente visible”) — y por lo tanto involucrará inevitablemente el uso de metáforas. <br>
  11. Las metáforas empleadas anteriormente, indican que el conocimiento es algo tan abstracto para nosotros que tendemos a capturarlo a partir de metáforas derivadas de nuestras experiencias cotidianas. <br>
  12. (Por cierto, además de las metáforas sobre el ver y sobre los ojos, la lengua alemana posee todo un conjunto de metáforas para el conocimiento y la cognición relacionado con el sentido del tacto, con las manos y con la habilidad de físicamente tomar o sujetar algo — como, por ejemplo, etwas begreifen / palpar algo, etwas erfassen / capturar algo, etwas griffig darstellen / representar algo para poder ser palpable, y en la frase der Gedanke ist zummm Greifen nah / la idea esta en el alcance). Las metáforas utilizadas también reflejan la forma en la que entendemos el conocimiento o tendemos a describirlo y hacerlo tangible. De acuerdo con las teorías de metáforas sobre lingüística cognitiva, como la pronunciada por Georg Lakoff y Mark Johnson, tal como los campos metafóricos correspondientes a ciertos patrones de percepción. Cuando hablamos de conocimiento utilizando metáforas relacionadas a la acción de ver o palpar, estamos simultáneamente asociando todo tipo de características sobre visibilidad y tangibilidad, con el conocimiento. En otras palabras, llevamos ciertas facetas de significado al saltar o voltear hacia el (menos visible) fondo de cuando hablamos de conocimiento en la actualidad, lo que tenemos que hacer es abrir nuestros ojos y reconocer lo que es visible (la palabra proveniente del Latín, evidentiannn y simplemente significa eso!) — o aquello que es disimulado, oculto (y por lo tanto no visible) puede hacerse tangible o “palpable” por el hecho de descubrirlo o revelarlo. Cuando utilizamos conceptos metafóricos de este tipo, entonces, nos enfocamos en ciertos aspectos semánticos de un concepto abstracto e ignoramos otros: si lo que aun no conocemos meramente necesita ser des-cubierto (por verlo o palparlo), sugiere que este conocimiento ya existe independientemente de nosotros — en otras palabras, lo que es cierto, es que es real, y que el conocimiento consiste en reconocer esta realidad.<br>
  13. Este enfoque conceptual, sin embargo, simultáneamente oculta ciertas facetas de significado; no se ajusta con conceptos semánticos de “conocimiento” completamente diferentes. Las neurociencias, por ejemplo, tendrán ideas diferentes sobre conocimiento y cognición que poco refieren con este concepto tangible de conocimiento como ver o palpar algo — incluso si sus esfuerzos incluyen procedimientos visuales para realizar procesos de cognición (actividad cerebral) visibles en su sentido literal. Tal sentido coloquial, sin embargo, también contradice el discurso lingüístico, entendiendo conocimiento e ignorancia principalmente como fenómenos sociales construidos a partir de la comunicación. Conocimiento, en el sentido del discurso lingüístico, es algo que ha sido mas en el discurso, o debate, por ejemplo, en un proceso social de comunicación sobre cierto tema, o quien por último acude a demandas de validación. Aquí, discursos son caracterizados por el hecho de que los temas señalados son usualmente temas de contestación o verdaderamente rotundos conflictos, dando cabida a causas contradictorias (“agonal”) de validación. En otras palabras, no es simplemente a manera de que algo siendo verdadero o real sea la razón de que algo sea evidente (esto no siempre es obvio ni con la misma forma para todos los participantes en un discurso); preferentemente, es también un tema sobre poder y visibilidad (significando aquí metafóricamente como el derecho de hablar públicamente) de actores que dicen que el conocimiento que (re)presentan es válido. Los discursos que involucran validez agonal demandan ser negociados, establecidos o descartados con consideración con diversos campos de conocimiento, y esos procesos de negociación influencian no tan solo la materia en consideración por la sociedad, sino como una autoridad o especialización en x, y o z. <br>
  14. Los anuncios publicitarios de compañías para cosméticos y cuidado corporal, por ejemplo, frecuentemente refieren al propio laboratorio de la compañía, a estudios dermatológicos y a pruebas científicas. Esto no refiere a explicar cierto aspecto del conocimiento científico, sin embargo, ilustrándolo (anschaulich machen) nos permite hacerlo palpable (greifbar machen). En absoluto: en contextos como este, la mera visibilidad del actor que “produce” este conocimiento — llamado ciencia — basta. En donde es posible mostrar instalaciones de laboratorios “ mujeres en batas blancas” o imágenes de apariencia científica tales como gráficas estadísticas, imágenes aumentadas microscópicamente o modelos moleculares, la “icónica” similitud con lo que generalmente imaginamos cuando pensamos en prácticas científicas es suficiente para generar autoridad figurativamente (“semióticamente") en el discurso. En los medios de comunicación, en negocios, y en la política, parecido a lo sugerido en ciencia (especialmente en en ciencias naturales y biológicas), como ningún otro, existe la capacidad de que la evidencia venga amueblada cuando viene del conocimiento y la verdad. Hablando generalmente, para las sociedades occidentales algo es irrefutablemente evidente si puede ser interpretado visible y de ese modo avalado por métodos científicos. El factor que la ignorancia, incertidumbre, duda, controversia son genuinas, parte equitativamente importante de la ciencia, es frecuentemente olvidada en el proceso de comunicación científica —un problema preferentemente posible de verosimilitud y probabilidad que de certeza, y de cosas, que son por lo tanto, claramente obvias.<br>
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  16. Conocimiento e Ignorancia <br>
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  18. Si, entonces, tomamos el discurso de la construcción social de el conocimiento como punto de partida (después de todo hasta los científicos comenten errores, polémicos puntos de vista inmediatos, y declaran conocimiento antiguo como anticuado, partiendo de la base de nuevos puntos de vista / Sichtweisen), entonces acertamos en marcar distinciones entre diversos grados de validación que el conocimiento puede poseer (o, en controversia, diferentes atribuciones de ignorancia). <br>
  19. Un conocido conocido, por ejemplo, puede entenderse como un conocimiento firmemente establecido en la sociedad, cuyas demandas de validación han sido ya satisfactoriamente defendidas en el discurso. La ciencia, por ejemplo, posee una gran cantidad de conocimiento acerca de sustancias químicas nocivas y sus posibles riesgos en la salud. En base a este conocimiento, políticos y empresarios sitúan límites deliberados para regular las cantidades de ciertos químicos en productos, en el aire, en el agua, etc; para que tanto la salud de humanos y animales no este en riesgo.
  20. En contraste está lo desconocido conocido, que es de igual forma socialmente construido. Esto incluye sabidos o sospechas de puntos ciegos y espacios de conocimiento, el potencial natural y extensión de lo que solo podemos hablar en comparación con niveles descriptivos de conocimiento: que no sabemos que algo es el caso (por ejemplo, saber con exactitud como ciertas sustancias dañinas son combinadas en el agua o en la tierra, y así, potencialmente producir nuevos daños), lo que tenemos es una ignorancia propositiva. Siempre que no sabemos como algo ocurre (por ejemplo como esos procesos químicos no planeados pueden ser prevenidos o como pueden ser cualificados en larga escala, puesto que es extremadamente difícil examinar sus multiples interacciones experimentalmente), posiblemente hablamos de ignorancia instrumental. Y en donde no sabemos porque algo ocurre (por ejemplo, si el daño o enfermedad en organismos puede ser rastro de cierto tipo de mezclas o compuestos y, si es posible, como hacerlo), no tenemos conocimiento no causal, esto es conocimiento en lo que concierne a a como diversos factores o circunstancias son inter relacionados.
  21. El desconocido desconocido, por el contrario, es más que un punto ciego; no podemos hablar ni negociar discursivamente sobre algo de lo que no sabemos nada. La ignorancia construida discursivamente sólo puede referirse a lo desconocido conocido.<br>
  22. Sin embargo, al lado de lo conocido conocido y lo desconocido conocido, también podemos dirigir nuestra mirada hacia / in den Blick nehmen, un conocido desconocido - una forma de conocimiento que no es ampliamente aceptada y que, por lo tanto, está oculta (o en realidad ocultada) en el discurso social. El conocido desconocido puede no tener una voz lo suficientemente fuerte en el debate, puede reunir sus pruebas a partir de otras fuentes o ser superado o desplazado por otros tipos de reclamaciones de validez. Por esta razón, ha comenzado a ser referido (en referencia a la Ilíada de Homero) como "conocimiento Cassandra" — conocimiento que también puede ser una carga. Tales conocidos desconocidos son a menudo debatidos en los llamados contra discursos, es decir, el público (supuestamente homogéneo) se desintegra en varios públicos en virtud de la gente de acuerdo con diferentes existencias de conocimiento. Los públicos pueden referirse a varios fenómenos: a opiniones compartidas de forma diversa, así como a subculturas basadas en identidades aparentes o incluso en comunidades epistémicas altamente estimadas. Las relaciones entre los diferentes públicos pueden ser permeables y dinámicas de formas muy diferentes: desde la separación esotérica permanente hasta los solapamientos y el acuerdo equívoco con los reinos alternativos o incluso contrarios del conocimiento. En Alemania, por ejemplo, la homeopatía es un área de conocimiento que tiene tantos oponentes, como simpatizantes. Pero es también practicado por muchos que, al hacerlo, no están rechazando los métodos reconocidos de tratamiento ofrecidos por la medicina convencional, sino que simplemente quieren probar este modo de terapia, así, independientemente de la evidencia científica. Por lo tanto, incluso si alguien reconoce el conocimiento como científicamente probado, esto no tiene necesariamente un impacto en sus actitudes y comportamientos personales diarios. El debate sobre la ciencia ciudadana, — conducido en ocasiones con vehemencia y otras en términos altamente críticos por políticos, científicos y periodistas científicos —, debe sus orígenes en parte a la hipótesis de que los reinos del conocimiento potencialmente relevantes para la sociedad también puedan existir en otros lugares que únicamente dentro de la ciencia, y de hecho incluso podría ser posible que de alguna manera fueran integrarlos en la práctica científica.<br>
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  24. Conocimiento científico<br>
  25. Dados los comentarios anteriores, ¿qué podemos decir específicamente sobre el conocimiento científico? Al hablar de este tipo de conocimiento, podemos y debemos distinguir entre las percepciones individuales (Erkenntnisse) que los individuos obtienen a través de la observación o la realización difícilmente lograda por un lado y el tipo de conocimiento (Wissen) que se transmite en entornos de enseñanza y aprendizaje o por imitación en el otro (como propuso el epistemólogo Peter Janich). Sólo un individuo puede ser sujeto del primer tipo de conocimiento (Erkenntnis), mientras que un grupo de personas o una sociedad puede ser, además de un individuo, sujeto de conocimiento "transmitido" (Wissen). Una comprensión adquirida por una persona sobre ella misma poseerá comprensiblemente un grado más alto de validez ya que el conocimiento debe su existencia a las ideas de otros. Nuestro complejo y altamente tecnificado mundo del conocimiento (sólo necesitamos pensar en etiquetas como “sociedad de la información” o “sociedad del conocimiento”) no es capaz, sin embargo, de permitir que todos posean conocimientos en forma de percepciones adquiridas personalmente; más bien, durante mucho tiempo hemos confiado en una división del trabajo y en la especialización para facilitar el progreso. Esto significa, sin embargo, que en muchos casos necesitamos confiar en que otros hayan tenido buenas razones para transmitir sus conocimientos adquiridos individualmente como conocimiento confiable. Por esta razón, los límites entre las diferentes formas de conocimiento y la ignorancia son a menudo diferentes para el individuo que para la sociedad en su conjunto — esto se aplica tanto al laico como al científico. Por lo tanto, cuando los expertos dan diferentes opiniones sobre una cuestión determinada, surge la incertidumbre en la sociedad con respecto a la validez de los conocimientos en cuestión. Las controversias científicas se caracterizan por el hecho de que ponen a disposición conocimientos divergentes y en ocasiones contradictorios, incluso si los defensores individuales de una posición determinada suelen estar muy seguros de la evidencia y por lo tanto de la validez justificada de sus propias perspicacias. En contraste con esto, sin embargo, también hay conocimiento científico que, de acuerdo con el consenso dentro de la comunidad científica, sigue siendo incierto. Esto puede deberse a insuficiencia de datos, por ejemplo, o debido a que los datos disponibles sólo permiten modelos y escenarios, pero no hay pronósticos definitivos —, o puede ser porque los científicos no están seguros de qué datos realmente proporcionan una respuesta a determinadas preguntas. La tan esperada respuesta dada por el superordenador en la Guía del Autoestopista a la Galaxia (Douglas Adams) a la pregunta sobre "la vida, el universo y todo" (a saber: "42") es simbólica de este dilema recurrente de la ciencia: a veces la lo más difícil es encontrar la pregunta correcta para la respuesta para hacer algún tipo de sentido.<br>
  26. Mientras tanto, la ciencia (o mejor dicho, sus diversas disciplinas) ha desarrollado prácticas para abordar estos muy diversos tipos de incertidumbre de una manera metódicamente elocuente, cuando deberían ser discutidos únicamente entre expertos y con argumentos bien fundados en controversias científicas. Después de todo, lo asumido como desconocido es la fuerza motriz detrás de la ciencia; es su justificación per se. Debido a los diferentes objetos de investigación abordados por diferentes disciplinas, éstos han desarrollado puntos de vista diferentes en cuanto a lo que se asumen como científico y deben, por lo tanto, ser aceptados, lo que cuenta como teorías y métodos aceptados, y lo que no. Las ciencias naturales, por ejemplo, afirman sus pretensiones de evidencia predominantemente sobre la base del experimento y la observación. Un aspecto clave de hacerlo, es reflexionar sobre qué es exactamente lo que están midiendo con sus métodos y lo que estas medidas nos dicen sobre la realidad. Las humanidades, por el contrario, a menudo se refieren a sí mismas como "ciencias de la comprensión" (Verstehenswissenschaften): aquí no suele ser tanto una cuestión de evidencia medible y previsibilidad que de plausibilidad y de inter-subjetividad, o entendimientos compartidos basados ​​en la argumentación académica. Las ciencias sociales parecen estar situadas en algún lugar entre estos dos, inclinándose en ocasiones más hacia un lado y a veces más hacia el otro, al combinar métodos empíricos y cuantitativos en un sentido más estrecho con métodos hermenéuticos y cualitativos.<br>
  27. Para que el intercambio interdisciplinario exitoso entre las diferentes áreas de estudio sea posible, entonces, es necesario no sólo trabajar en el propio objeto de investigación, sino también comunicarse sobre los fundamentos epistemológicos de quienes participan en el intercambio, es decir, sobre la validez de las teorías específicas de la disciplina, los métodos, las nomenclaturas, etc. Quedará claro que no sólo la interdisciplinariedad constituía un valor añadido al combinar diferentes perspectivas, sino que, bruscamente, era necesario reafirmar discursivamente los respectivos ámbitos del conocimiento de las dos disciplinas.<br>
  28. <br>
  29. Ciencia y el público<br>
  30. La situación se vuelve especialmente interesante en términos macro sociales cuando los conocimientos científicos se convierten en objeto de debates y discursos públicos. En esta situación, ya no son sólo las reglas discursivas de la ciencia que se aplican; aquí, los políticos, las empresas, los cabilderos, los periodistas, los ciudadanos y una gran cantidad de otros se unen al debate, llevando sus diferentes perspectivas, intereses y prácticas comunicativas. Articular las dudas, sopesar los pros y los contras de una cuestión, insistir en las limitaciones necesarias de los resultados de la investigación — todo esto realizándose en un contexto nuevo y diferente, tomado en cuenta por estos otros grupos de actores en formas diversas, siendo así aceptado o ignorado. Los periodistas persiguen objetivos comunicativos antagónicos a los de los científicos; a su vez, políticos y empresarios tienen intereses diferentes también — en parte porque las prácticas discursivas son completamente diferentes. Las declaraciones científicas pueden así ser utilizadas por diversos actores para sus propios fines, y eso también forma parte de la construcción discursiva del conocimiento y la ignorancia.<br>
  31. A pesar de esto, en las sociedades occidentales contemporáneas, la ciencia todavía acude al beneficio de la duda. Las empresas citan estudios científicos, o incluso tienen sus propias divisiones de investigación para reforzar sus posiciones utilizando la autoridad de la evidencia científica. Cuando se toman decisiones controvertidas, los políticos siguen acudiendo a los informes de expertos, de los avales científicos y a la confianza de su experiencia. En un comunicado de prensa de 2009, anunciando la aprobación de un controvertido experimento de fertilización oceánica llamado LOHAFEX, por ejemplo, la ex-ministra alemana de ciencia Annette Schavan fue capaz de cumplir con sus responsabilidades en la toma de decisiones políticas dándole las siguientes razones para aprobarlo:<br>
  32. "Al hacerlo, he basado mi decisión en las evaluaciones de instituciones internacionalmente reconocidas y científicos destacados. Estos, han dado su opinión sobre los impactos ecológicos y la relación del experimento con las convenciones pertinentes. (...) Como lugar de investigación, Alemania se basa en la excelencia, la confianza y la voluntad de colaborar. (...) Soy consciente de que algunas organizaciones no gubernamentales y, en consecuencia, el Ministerio Federal de Medio Ambiente (BMU) consideran esto de manera diferente. Para mí, sin embargo, las evaluaciones de los expertos fueron decisivas”.<br>
  33. Con esta declaración, ella estaba efectivamente de acuerdo con los científicos, mismos que habían ya enfatizado su experiencia específica e insistido en que su competencia y conocimientos eran confiables (de un comunicado de prensa emitido por el instituto en cuestión, el Instituto Alfred Wegener, en 2009, actualmente fuera de circulación pública en internet):<br>
  34. "Las evaluaciones de expertos externos certifican que el experimento de LOHAFEX está completamente de acuerdo con la convención de Londres y también, que no viola las declaraciones de la decisión del CDB. Además, confirman que los investigadores involucrados gozan de la más alta reputación y que el experimento se adhiere a los estándares científicos más modernos. ¿Quién más, si no es un reconocido instituto de investigación como nosotros, puede entregar los datos requeridos por las convenciones internacionales para un debate informado?”.<br>
  35. En su comunicado de prensa, sin embargo, el ministro Schavan también advirtió a los científicos de no descuidar la dimensión discursiva de las afirmaciones de validez científica. Al hacerlo, destaca precisamente el punto en cuestión en este ensayo con respecto a la relación entre la ciencia y el público:
  36. <br>
  37. "Yo, como otros, lamento el surgimiento de un conflicto entre científicos comprometidos con la protección climática y ecologistas comprometidos. A la comunidad científica se le aconsejó que tomara los argumentos a sus críticos desde el inicio, y de manera proactiva, siempre que se tratara de temas de investigación que pudieran generar conflictos, proporcionando la mayor transparencia posible. Si el trabajo de investigación sobre la protección del clima tiene por objeto sentar las bases de una acción política concreta, el objetivo debe ser que ésta reciba la mayor aceptación posible "(véase la nota 2).<br>
  38. Los estudios en la historia de la ciencia de Robert Proctor y Londa Schiebinger o de Naomi Oreskes y Michael Conway indican que, dependiendo de los intereses políticos o económicos involucrados, la evidencia científica puede ser cuestionada o incluso ignorada cuando tan solo el menor indicio de duda es admitido. Sin embargo, expresar dudas acerca de los diversos grados en que los conocimientos científicos son válidos y sobre los contextos específicos en los que estos son válidos, es una gran parte de la ciencia misma; las incertidumbres o las reivindicaciones de validez limitada no pueden simplemente ser ocultadas bajo la alfombra cuando los resultados se comunican fuera de la comunidad científica. Lo que puede suceder, si lo son, es que las indicaciones científicamente probadas de, por ejemplo, que el consumo de tabaco sea perjudicial para la salud o que un aumento de las temperaturas globales sean inducidas en parte por el hombre no lleven a medidas políticas adecuadas correspondientes — por razones políticas. Este fue el caso en los Estados Unidos en el siglo XX, por ejemplo, debido a que la preocupación por las consecuencias de la intervención reguladora de libre comercio fue dada mayor credibilidad política que las posibles consecuencias de esperar hasta que todas las dudas se hayan disipado, las controversias se han acentado y la evidencia ha surgido, en el sentido más verdadero de la palabra, evidente. Estos discursos también involucraron - y aún involucran - a las empresas (con sus intereses principalmente económicos) dando a conocer sus puntos de vista, ya sea investigando ellos mismos o encargando investigación. Cuando esto sucede, sin embargo, puede bruscamente quedar claro cuáles son los reinos del conocimiento que pueden avalarse justificadamente como científicos y ser defendidos como tal — "científico" utilizado aquí en el sentido weberiano del ideal del compromiso desinteresado al progreso, acompañado necesariamente por integridad intelectual.<br>
  39. Con un presidente estadounidense en el cargo que coloca criterios económicos por encima de todos los otros asociados con evidencia científica, parece ahora que un cuerpo científicamente bien fundamentado de evidencia ya no es significativo; únicamente cuenta lo que es económicamente bien fundado. De pronto, los factores pragmáticos como el éxito social, el poder económico y / o político o simplemente el dinero y el prestigio ("América primero") se han convertido en los criterios clave para la acción política en lugar de lo que hasta ahora se ha considerado conocimiento establecido, logrando así reclamar validez científica . A principios de 2017, por ejemplo, el enfoque del gobierno estadounidense para la investigación sobre el clima estaba sujeto a un debate crítico en la prensa de habla inglesa — tanto científica (Naturaleza, Ciencia) como de hojas sueltas (Washington Post, The Independent y The Guardian) de la política de comunicaciones de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA). El artículo de Wikipedia en alemán que describe este debate — a diferencia del inglés, por cierto — cita en detalle con numerosas referencias a artículos de prensa relevantes:<br>
  40. "El 25 de enero [2017], cinco días después de tomar posesión del cargo, Trump ordenó a los científicos de la EPA no suministrar al público o a periodistas información a través de las redes sociales. También se interrumpieron los nuevos nombramientos de científicos y se cancelaron las subvenciones de investigación hasta nuevo aviso. El gobierno de Trump también ordenó que todos los estudios y datos de los científicos de la EPA fueran examinados por su contenido político antes de su publicación; esto también se aplica al sitio web de la EPA. El mismo día, se supo que, según las instrucciones de Trump, toda la información referente al calentamiento global debía ser eliminada del sitio web de la EPA. Este plan fue retirado un día más tarde después de críticas vehementes. A finales de abril, el sitio web de la EPA fue finalmente rediseñado, las secciones que referían al cambio climático fueron eliminadas y/o archivadas. Esto se aplicó, entre otros, a una sección que anteriormente había sido la "página oficial del gobierno para obtener información completa sobre el cambio climático y el calentamiento global". También se eliminaron los datos sobre los principales contaminadores y los informes sobre los impactos del cambio climático en la salud humana. El objetivo de los cambios, se decía, era reflejar la nueva dirección de la EPA bajo Trump y evitar confusiones causadas por información obsoleta. (...) A partir de diciembre de 2016, en un proyecto conocido como datarefuge.org, científicos han comenzado a organizar "eventos de rescate de datos" con el fin de copiar la mayor cantidad posible de datos públicos relevantes y guardarlos en un archivo seguro. Los científicos también han creado cuentas no oficiales de medios sociales para la EPA y otras organizaciones con el fin de eludir la prohibición de difundir los resultados de la investigación a través de los medios de comunicación social ".<br>
  41. Por lo tanto, lo que durante mucho tiempo había sido considerado como un conocimiento indiscutible — al menos por el antiguo gobierno estadounidense bajo Barack Obama y por Europa — y había sido respaldado por la autoridad de renombrados científicos e instituciones de investigación, ahora es archivado en un archivo; es difícil de acceder y, por estándares web, su presencia es tan buena como invisible. Este fenómeno no tiene nada que ver con la participación en la negociación discursiva para establecer la validez o no el conocimiento; no es otra cosa que el ejercicio del poder en relación con la visibilidad de los datos e información considerados internacionalmente importantes. De hecho, el sitio de datarefuge.org mencionado en el artículo de Wikipedia citado anteriormente exige que la evidencia realmente necesita permanecer materialmente visible para ser usada y su validez sometida a un debate crítico cuando sea necesario. Esta es exactamente la cuestión abordada en la página Acerca de este portal de datos: cómo la conservación y accesibilidad del conocimiento climático puede preservarse frente a intereses políticos contrarios y cómo se pueden establecer y mantener las mejores prácticas con respecto a la obtención de datos científicos como así como tratar con estos datos con prudencia y crítica:<br>
  42. "DataRefuge es un proyecto público y colaborativo diseñado para abordar las siguientes preocupaciones acerca de los datos federales sobre aspectos climáticos y ambientales:
  43. ¿Cuáles son las mejores maneras de proteger datos?
  44. ¿Cómo desempeñan las agencias federales papeles cruciales en la recopilación, administración y distribución de datos?
  45. ¿Cómo afectan las prioridades del gobierno la accesibilidad de los datos?
  46. ¿Qué proyectos y campos de investigación dependen de los datos federales?
  47. ¿Qué conjuntos de datos son de valor para la investigación y las comunidades locales, y por qué?
  48. DataRefuge es también una iniciativa dedicada a identificar, evaluar, priorizar, asegurar y distribuir copias confiables de datos federales sobre clima y medio ambiente, de forma tal que permanezcan a disposición de los investigadores. Los datos recolectados como parte de la iniciativa #DataRefuge se almacenarán en múltiples ubicaciones de confianza para garantizar su accesibilidad continua”.<br>
  49. La pregunta es: ¿cómo afectará esta actitud política por parte de un poder global al resto del mundo? ¿Realmente hemos llegado a una "era post-verdad" en la que el conocimiento científico puede simplemente ser colocado bajo la alfombra, escondido y su validez como conocimiento establecido negado por las sociedades? ¿Los archivos se convierten en escondites difíciles de encontrar en la era digital en lugar de ser lugares transparentemente estructurados para recordar y asegurar las percepciones ya adquiridas y aceptadas? ¿Qué sucede cuando las contradicciones, las incertidumbres y las controversias dentro de la comunidad científica se explotan deliberadamente en el discurso público con fines políticos, para alterar, reinterpretar o incluso deshacer y demoler completamente las reservas de conocimiento que se han establecido a través del discurso?<br>
  50. ¡La crítica dentro y de la comunidad científica es y sigue siendo útil, necesaria e importante! En 1938 Robert Merton postuló el "escepticismo organizado" como un valor clave para la ciencia. Otros valores (mertonianos) incluyen la "honestidad intelectual", el "desinterés" (con respecto a la política, los negocios y el éxito personal), el "universalismo" (en el sentido de la comprensión intersubjetiva y la reproducibilidad del conocimiento científico), así como el “comunismo" (en términos de la accesibilidad general del conocimiento científico). Escribiendo sobre el telón de fondo del nacionalsocialismo y el estalinismo, Merton también refiere a los peligros inherentes a las dictaduras cuando la ciencia está relegada a servir simplemente como una forma de legitimación y apoyo a los intereses políticos. En los sistemas que carecen de libertad de opinión, de investigación y de enseñanza, sólo se permiten que las percepciones políticamente aceptables sean legitimadas, todo lo demás está sujeto a control, ocultación o negación.
  51. Sin embargo, no es así como deberían ser las cosas en las democracias. En casos como éstos, corresponde a los periodistas y otras personas comunicar el conocimiento científico a un público más amplio y debatir cuestiones de investigación y prácticas científicas en términos de su relevancia para el público. Un tema muy controvertido en Alemania, por ejemplo, es la ingeniería geológica, en relación a la cual el experimento LOHAFEX mencionado anteriormente ha sido discutido por muchos ambientalistas y en una variedad de medios de comunicación. La ingeniería geológica se refiere a tecnologías diseñadas para frenar y detener el aumento global de la temperatura y el cambio climático per se; estas tecnologías aún no han sido completamente investigadas en términos de su potencial y sus riesgos, sin embargo, hasta ahora están lejos de ser ampliamente implementadas. Los experimentos de campo son (al menos entre los investigadores climáticos de Alemania) una causa considerable de preocupación, precisamente porque hay pocos conocimientos disponibles sobre los impactos que ciertas medidas tendrán en lugares específicos y hasta qué punto los efectos de tales medidas pueden ser revertidos. Por lo tanto, el experimento LOHAFEX fue discutido en términos muy críticos en los medios alemanes en la primavera de 2009. Para dar una idea de cómo se llevó a cabo el debate, cito a continuación un artículo del Süddeutsche Zeitung titulado "Juegos sin fronteras", escrito por Petra Steinberger y publicado después de que el Ministro Schavan había aprobado el experimento. El texto es un excelente ejemplo de cómo los periodistas participan en los discursos del conocimiento y qué papeles diferentes pueden adoptar al hacerlo, incluso dentro del mismo texto:<br>
  52. "Ahora esta nave de investigación está en su camino hacia el Océano Antártico para salvar al mundo. Nadie dice esto en voz alta, por supuesto. Los investigadores del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Oceánica están a bordo de la Estrella Polar para recolectar datos científicos. [...] Naturalmente, si el experimento funcionara, abriría la posibilidad de absorber CO2 a gran escala y estabilizar así el clima. Pero ciertamente no se trata de jugar a Dios ni de manipular la Tierra. Es sólo un experimento, una opción de respaldo en una emergencia. Hasta hace unos años, experimentos como éstos podían colocarse con seguridad en la categoría de escapadas futuristas y fantasías del Dr. Strangelove [...]. El problema es que un número cada vez mayor de investigadores razonables están ahora soñando en secreto con enormes reflectores solares en el espacio y sembradoras de nubes artificiales que supuestamente pueden volver la luz del sol hacia el universo. Normalmente, los científicos reales están soñando con fertilizar los océanos del mundo para convertirlos en un sumidero de carbono, o de bosques formados por árboles artificiales que pueden extraer CO2 del aire. [...] Aquellos que creen que la ingeniería geológica puede ser utilizada para reiniciar la Tierra como una computadora están equivocados. Simplemente sabemos muy poco acerca de la Tierra como un objeto potencial de este tipo de manipulación, acerca de efectos de retroalimentación impredecibles. Por el contrario: hemos tenido bastantes malas experiencias en el pasado con intervenciones tecnológicas a gran escala en el medio ambiente “.<br>
  53. Aquí se aborda una serie de incertidumbres políticas, económicas y, sobre todo, tecno-científicas relacionadas con la ingeniería geológica y el experimento de fertilización oceánica (sólo sabemos muy poco acerca [...] de posibles efectos de retroalimentación impredecibles) utilizando una serie de figuras retóricas (por ejemplo, metáforas, exageración, repetición, comparación y contraste), junto con alusiones a las películas de ciencia ficción, todas con un tono irónico. La ciencia aparece aquí como un asunto ambiguo, como una empresa seria que involucra la experimentación y la observación (Los investigadores [...] están a bordo de la Estrella Polar para recolectar datos científicos) y como un juego arriesgado (juego sin fronteras, categoría de escapadas futuristas, re-iniciar la Tierra como una computadora) que están siendo jugados por los investigadores arrogantes que han dejado de pensar racionalmente (pero ciertamente no hay duda de jugar a Dios) y ya no están casados ​​con la realidad (Dr. Strangelove fantasías, investigadores soñando en secreto sobre enormes reflectores solares en el espacio). Usando las llamadas "afirmaciones de la ignorancia", entonces, el autor del texto se basa en varios papeles periodísticos clásicos como lo describen los comunicólogos científicos Holly Stocking & Lisa Hollstein: como un "periodista diseminador", informa a sus lectores sobre las opciones de ingeniería geológica actualmente en discusión; como "periodista de investigación", proporciona información de fondo sobre las controversias científicas y políticas involucradas; como "movilizador populista" advierte contra la arrogancia científica; y al final ella misma toma una postura clara en contra de la aprobación e implementación del experimento, adoptando así el papel de "periodista adversario”.<br>
  54. Sé que no sé nada?<br>
  55. La interacción entre la ciencia y el público, entonces, es la que parece funcionar mejor cuando los discursos son conducidos lo mas abierta y transparentemente posible sobre temas que preocupan a la ciencia y que son importantes e interesantes ya que conciernen a la sociedad (siendo claro y llano o no aparente). La tecnología genética, el diagnóstico prenatal, la investigación climática, la nanotecnología, la investigación sobre sustancias nocivas para el medio ambiente y la salud humana, son sólo algunos ejemplos. Dichos debates deberían incluir a todos — científicos, políticos, empresas, medios de comunicación, sociedad en su conjunto. La única forma de contrarrestar la preocupación, a menudo expresada, de que tanta apertura impida innecesariamente los temores de las personas y de que se convierta en una llave innecesaria en las obras es, que esta apertura se aplique no sólo a los resultados de la investigación, sino también a los procesos de investigación y a las incertidumbres y vacíos asociados con esos procesos. Una mayor transparencia sobre cómo se adquieren las ideas que subyacen en el conocimiento científico, podría servir para combatir las sospechas de que todo es aparentemente auto-provocado, que es realmente un tipo especial de conocimiento cuyas fuentes se encuentran en algún ámbito oculto.<br>
  56. Por eso es útil e importante realizar meta-discursos sobre la accesibilidad del conocimiento, la legitimidad de las reivindicaciones de validez y sobre el propósito de la especialización y la división del trabajo en la sociedad. Estos meta-discursos son a la vez necesarios y problemáticos, ya que nadie es capaz ya de conocer y comprender todo. Estos meta-discursos — como por ejemplo, en esta epónima iniciativa editorial META — se desarrollan con mayor frecuencia, debido a la crítica que la ciencia ha atraído a causa de algunas de sus prácticas. Tomando un enfoque de lingüística filosófica, Martin Böhnert y Paul Reszke discuten cómo algo que al principio es meramente plausible puede evidenciarse claramente en el curso de un debate: las estrategias científicas se despliegan para hacer que el conocimiento sea plausible y para obtener el apoyo mayoritario dentro de la disciplina, este conocimiento es entonces capaz de establecerse a expensas de teorías alternativas. Aquellos que se comportan consistentemente en "entornos de comprensión" (Verstehensumgebungen) - es decir, aquellos que hacen lo que los demás esperan que hagan - pueden contribuir a la construcción discursiva de los hechos usando patrones establecidos de comunicación. Según los dos autores, las estrategias para hacer que el conocimiento sea plausible incluyen abordar las controversias en un campo dado, resaltando las discrepancias entre el conocimiento científico especializado y la experiencia cotidiana, criticando a las autoridades "anticuadas", incorporando sus propias declaraciones en posiciones apoyadas por la mayoría y enfatizando lo fácil que es las ideas se alinean con el sentido común cotidiano.<br>
  57. Los entornos científicos de comprensión también se caracterizan por limitaciones sistémicas: cuando sólo aquellas personas que se adelantan a la ciencia publican lo más posible en el menor tiempo posible (y con la mayor publicidad posible), proporcionando así la prueba de que su excelencia conduce a una avalancha de publicaciones. Sin embargo, esta inundación sólo puede ser útil si se puede recibir en consecuencia, es decir, si hay revisores disponibles que puedan dar una evaluación bien fundada de la calidad de los textos presentados y si hay lectores que lean más que los resúmenes y si son capaces de generar conocimiento científico adicional, con la ayuda de ideas extraídas del trabajo de otros. En los últimos años ha aparecido una serie de fenómenos, entre ellos el aumento de plagios en las disertaciones de doctorado en Alemania, el robo internacional de datos y el fraude de datos, y los deliberados artículos sin sentido dirigidos a desacreditar el sistema (incluyendo, recientemente, one on the male sexual organ como causa del cambio climático) que, sorprendentemente, pasan sin obstáculos a través de todas las etapas de la garantía de calidad; todos estos fenómenos son posibles porque nadie es capaz de juzgar por más tiempo lo que debe contar como evidencia científica (das wissenschaftlich Offensichtliche), ya sea cuantitativa o cualitativamente. Tener una división científica del trabajo en realidad significa ser capaz de depender de la integridad intelectual de los involucrados.<br>
  58. Para que sea constructiva y productiva, la metacomunicación sobre la accesibilidad y la validez del conocimiento debe comprometerse con un estilo de argumentación arraigado en la integridad. Según el psicólogo Norbert Groeben y otros, argumentar con integridad significa comprometerse no sólo con la corrección de la forma y el contenido, sino también con la equidad en términos de contenido y procedimientos: aquellos que defienden o cuestionan las demandas de validez de una determinada pieza de conocimiento, deben argumentar coherentemente y dar razones para su posición. Deben esforzarse por la honestidad, la adecuación en relación con el tema y un enfoque cooperativo y respetuoso hacia los que están al otro lado de la discusión. Este último no debe ser impedido o excluido del discurso haciendo exigencias imposibles o enunciados destinados a desacreditar, o mostrando hostilidad. Los comentarios y los insultos agresivos o anónimos sirven poco a la causa de la argumentación como lo hacen los argumentos pretenciosos, farisaicos y auto-justificados o las afirmaciones estratégicas. Todos ellos se pueden encontrar cada vez con mayor frecuencia, fomentados por los medios de comunicación, en los discursos sobre el conocimiento y en los debates científicos públicos. Por esta razón, los meta-discursos están — con razón — extendiéndose también, como en KlimaLounge, un blog de ciencia en alemán que forma parte de la plataforma SciLogs-Tagebücher der Wissenschaft (“Diarios de la Ciencia”). Aquí, los científicos y otros presuntos expertos se ven obligados a confrontar su actitud hacia los laicos; se les pide explícitamente que muestren integridad en su estilo de argumentación (el ejemplo que sigue se toma de los comentarios que acompañan a un blog sobre cambio climático):<br>
  59. No experto X, 24 de junio de 2014 13:03<br>
  60. Un aficionado como yo ve el debate de gases de efecto invernadero como lo siguiente (...) ¡Fatal! (...) Como digo, es así como lo veo como un no experto.<br>
  61. Blogger e investigador del clima, 24 de junio de 2014 17:49<br>
  62. Qué bueno que usted como un no experto parece saber todo lo que los expertos están haciendo mal …<br>
  63. No experto X, 25 de junio de 2014 14:21<br>
  64. Estimado señor [blogger],<br>
  65. una respuesta como ésta generará precisamente el tipo de resistencia de la que se está quejando (indirectamente — vea su artículo). Seguramente usted no tiene necesidad de bajar a ese nivel? Para ganar la aceptación que usted desea, ayudaría, en mi opinión, si usted se desplazara un poco de su zona de confort y tuviera interés en una comunidad más amplia. Por ejemplo, sería útil — y sin duda aclararía muchos malentendidos — tener alguna información sobre si estoy equivocado y, en caso afirmativo, por qué. (…)<br>
  66. Es posible que en la actualidad, especialmente los científicos — y todos los que aparecen como expertos en público — tienen que explicarse con más claridad y plausibilidad; posiblemente tengan que ser más abiertos, una vez más, en términos de comunicación y debate, precisamente por su creciente e inevitable especialización. En lugar de persistir con la certeza de ser una autoridad incuestionable para el público en general, en lo que se refiere al conocimiento, tienen que prestar atención a los cada vez más insistentes contra-discursos generados por un gran número de públicos, así como a lo desconocido conocido, y respetar otras afirmaciones de validez en los dominios agoniales del conocimiento, por lo menos participando en una contra-argumentación seria, arraigada en la integridad. En última instancia, los meta-discursos deben abordar no sólo la ética de la ciencia y de la política y los negocios, sino también y de igual manera, una ética de la comunicación que se aplica a todos los involucrados en un debate.<br>
  67. <br>
  68. <span class="footnotebold">Lecturas recomendadas</span><span class="footnotes"> <br> <br>
  69. </span><br>
  70. Böhnert, Martin/Reszke, Paul (2015): Linguistisch-philosophische Untersuchungen zu Plausibilität: über kommunikative Grundmuster bei der Entstehung von wissenschaftlichen Tatsachen. In: Engelschalt, Julia/Maibaum, Arne (eds): Auf der Suche nach den Tatsachen: Proceedings der 1. Tagung des Nachwuchsnetzwerks "INSIST", 22.-23. Oktober 2014, Berlin, pp. 40–67. URN: http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0168-ssoar-455901.<br>
  71. Dubben, Hans-Hermann/Beck-Bornholdt, Peter (2006): Der Hund, der Eier legt. Erkennen von Fehlinformation durch Querdenken. Reinbek bei Hamburg [1999].<br>
  72. Groeben, Norbert/Schreier, Margit/Christmann, Ursula (1993): Fairness beim Argumentieren. Argumentationsintegrität als Wertkonzept einer Ethik der Kommunikation. In: Linguistische Berichte 47, pp. 355–382. <br>
  73. Gross, Matthias/McGoey, Lindsay (eds.) (2015): Routledge International Handbook of Ignorance Studies. London/New York. [including e.g. papers by Nina Janich & Anne Simmerling and by Holly Stocking & Lisa Hollstein]<br>
  74. Janich, Nina/Rhein, Lisa (eds.) (forthcoming): Unsicherheit als Herausforderung für die Wissenschaft. Reflexionen aus Natur-, Sozial- und Geisteswissenschaften. Frankfurt am Main u.a. [including e.g. a paper by Martin Scheringer about the new potential for harm of various harmful substances combine chemically in water, soil, clothing etc.]<br>
  75. Janich, Nina/Zakharova, Ekaterina (2014): Fiktion „gemeinsame Sprache“? Interdisziplinäre Aushandlungsprozesse auf der Inhalts-, der Verfahrens- und der Beziehungsebene. In: Zeitschrift für Angewandte Linguistik 61, 1, pp. 3–25.<br>
  76. Janich, Peter (2000): Was ist Erkenntnis? Eine philosophische Einführung. München.<br>
  77. Lakoff, George/Johnson, Mark (1980): Metaphors We Live By. Chicago.<br>
  78. Merton, Robert (1938): Science and Social Order. In: Merton, Robert: The Sociology of Science. Theoretical and Empirical Investigations. Chicago/London 1973, pp. 254-266.<br>
  79. Oreskes, Naomi/Conway, Erik M. (2010): Merchants of Doubt. How a Handful of Scientists Obscured the Truth on Issues from Tobacco Smoke to Global Warming. London.<br>
  80. Proctor, Robert N./Schiebinger, Londa (eds.) (2008): Agnotology: The Making and Unmaking of Igno-rance. Stanford.
  81. Simmerling, Anne/Janich, Nina (2016): Rhetorical functions of a „language of uncertainty“ in the mass media. In: Public Understanding of Science 25, 8, pp. 961-975. DOI: 10.1177/096366251560668.<br>
  82. Stocking, Holly S./Holstein, Lisa W. (2009): Manufacturing doubt: journalists’ roles and the construction of ignorance <br>in a scientific controversy. In: Public Understanding of Science 18, 1, pp. 23-42. DOI 10.1177/0963662507079373.<br>
  83. Thomm, Eva/Bromme, Rainer (2012): “It should at least seem scientific!” Textual features of “scientificness” and their impact on lay assessments of online information. In: Science Education 96, 2, pp. 187-211. DOI 10.1002/sce.20480.<br>
  84. </body>
  85. </html>